lunes, 18 de abril de 2016

Afectividad e Inteligencia

Afectividad







Es el conjunto de afectos, emociones, sentimientos y pasiones de la persona. Posee dos partes, la afectividad psíquica y la corpórea.

Se le atribuyen a la Afectividad Psíquica el Afecto, que es cada una de las pasiones del ánimo como ira, odio, especialmente el amor; y también la pasión que es la inclinación o preferencia muy viva de alguien a otra persona.

Debemos hacer una diferencia entre lo que consideramos una emoción y sentimientos. Las emociones son perturbaciones anímicas momentáneas orgánicas más intensas que el sentimiento. Por otra parte, los sentimientos son modos de sentir las tendencias.

Para poder definir un sentimiento, es necesario considerar los siguientes elementos:

  • ·      las circunstancias
  • ·      la emoción que se desencadene
  • ·      los síntomas físicos
  • ·      la conducta que se toma ante este sentimiento.



En la afectividad psíquica la emoción es una vivencia subjetiva e intensa, de carácter puntual y manifestaciones físicas patentes pues esta guarda relación con el objeto que la provoca, mientras que el sentimiento es más profundo y espiritual, pero su intención es más débil.

Para la afectividad corpórea, la misma afectividad inicia a través de los sentidos externos, el cuerpo. Existen dos maneras de que esta afectividad se exprese; una es a través de los sentimientos sensibles y la otra con los sentimientos corporales.

Para los sentimientos sensibles, por medio de los sentidos captamos el frío o calor, dolor o placer, sensación de movimiento o reposo. Son sentimientos del ahora, de la actualidad porque suceden únicamente en el momento que el objeto que les provoca existe.

Por otra parte, los sentimientos corporales se caracterizan por afectar al cuerpo en su totalidad. Por ejemplo, Despertar, realizar algún deporte, estar cansado, ducharse con agua fría o caliente afectan directamente la sensibilidad corpórea.

Siendo que existe la sensibilidad psíquica y corpórea, también existe la sensibilidad espiritual. La afectividad espiritual se relaciona en primer lugar con la entrega del corazón cuando descubre un valor , a su vez, contempla acciones ajenas como el heroísmo o la barbarie y se conmociona profundamente.


Hay que tener presente que los sentimientos son irracionales en su origen, pero armonizables con la razón y son parte escencial del ser humano y la persona como tal.






Inteligencia







La Inteligencia es la capacidad que tiene la persona para acceder al mundo que le rodea, comprenderlo y poseerlo de modo inmaterial. Para ello también debe salir de sí misma y trascender.

Se desarrolla a través del conocimiento y con ello el humano adquiere su plenitud y alcanza su máxima perfección. El conocimiento es de dos tipos, el sensible y el intelectivo y para diferenciarlos hay que destacar:

  • ·      La inmaterialidad, la inteligencia llega a la esencia de las cosas.
  • ·      La reflexividad, gracias al carácter inmaterial, puede volverse sobre sí misma. Pienso que pienso, pero no veo la vista



La inteligencia se asemeja a la luz puesto que ilumina los objetos, nos permite comprender la complejidad del mundo con sus riquezas y misterio, objetos y personas, hechos elementales y culturas sofisticadas.

El conocimiento requiere del sujeto una inversión de sus energías vitales, un esfuerzo para realizarlo del modo más perfecto posible. Precisa del tiempo que el sujeto invierta en la adquisicón del mismo y no sólo de forma individual, el conocimiento es adquirido también en la interacción con otros. Hay conocimientos que apenas requieren adaptación interior, en otras ocasiones, lo que se conoce puede afectar de manera profunda o incluso decisiva a la vida.

El conocimiento tiene objetividad y subjetividad en sí mismo, es un proceso objetivo porque nos lleva a conocer las cosas como son realmente, pero a su vez tiene una dimensión subjetiva dado que  es el sujeto quien conoce y quien interviene directamente  en el  proceso cognoscitivo.


La tradición aristotélica distingue tres elementos en el proceso cognoscitivo:
  1. ·       La abstracción,
  2. ·       El juicio
  3. ·       El razonamiento.


Por abstracción comprendemos un proceso mediante el cual la inteligencia elimina los aspectos sensibles de las realidades conocidas y se queda con el núcleo central significativo común de aquellas que tienen la misma naturaleza.

El juicio es el momento de la verdad.  En este, el sujeto relaciona sus conocimientos mediante proposiciones y determina, comparándolas con la realidad, su veracidad o falsedad.

El razonamiento es el proceso por el cual establecemos relaciones complejas entre nuestros conocimientos y encadenamos deducciones que nos permiten avanzar y establecer nuevas verdades.





Tipos de Conocimiento


Hay en definitiva tantas inteligencias como hay personas.  Por ello, se afirma que hay diferentes tipos de inteligencia, entre las cuales encontramos la Inteligencia teórica e inteligencia práctica, la numérica y abstracta, la Inteligencia organizador, la teórica (comprensión, elaboración de teorías) y la inteligencia estética.

Para poder tener una mayor precisión en el conocimiento, debemos recordar y mantener en la mira el concepto de la Verdad; la cual se da cuando nuestro conocimiento coincide con lo que las cosas realmente son. Si la realidad es única, la verdad también tiene que serlo pero en determinadas ocasiones la verdad no es única, sino compleja o plural.

La verdad al ser muchas veces compleja, se encuentra con una unicidad o pluralidad en su naturaleza. Los objetos concretos facilitan la verdad al igual que los hechos son, en su esencia, irrefutables. Por otra parte las acciones son complejas pues pueden haber muchos caminos para hacer algo y por tanto no existe una única respuesta verdadera. Es única en diversas cuestiones, sin embargo en otras no puede afirmarse con tanta claridad y en lo que se refiere a acciones o aplicaciones de teorías o principios, puede existir una verdad práctica.

Así mismo, con los cambios en la historia y el desarrollo de nuevos conceptos e ideas, hay quienes han ido y aún continuan objetando a la verdad como tal. En ellas encontramos el Escepticismo, que niega el conocimiento sobre la verdad, puesto que rechaza toda posibilidad de alcanzar la misma. El Relativismo que sostiene que los puntos de vista no son verdades universales, sino subjetivas y relativas a los diferentes contextos.

Para que la persona llegue a conocer realmente la verdad es necesario que esté dispuesto a conocerla libremente, de lo contrario acabará interrumpiendo el proceso de conocimiento y deformándolo. Los prejucios no tienen lugar para poder conocer la verdad y para superar los prejuicios es importante poseer una mentalidad que nos lleve a profundizar y a pasar por encima de opiniones incorrectas.

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